El desprendimiento de más piedras obliga a cerrar al tránsito el puente viejo de Oruña

El desprendimiento de más piedras obliga a cerrar al tránsito el puente viejo de Oruña

Obras Públicas hará un informe con los datos que obtenga del drone y los especialistas en vertical que revisarán hoy la estructura, recientemente reparada, aunque confía en su "total seguridad"
Puente Viejo entre Oruña y Arce. Piélagos. Carlos Caramés.
Puente Viejo entre Oruña y Arce. Piélagos. Carlos Caramés.
El Diario Montañes
Sheila Izquierdo

El desprendimiento de nuevas piedras del arco del puente viejo que une Oruña y Arce -cuyos trabajos de consolidación por la vía de emergencia concluyeron en diciembre- provocó que ayer la Policía Local de Piélagos lo cerrar al tránsito. Advertidos por un vecino, los agentes no dudaron en hacerlo «por prudencia» y ello motivó que los técnicos del Gobierno de Cantabria y el propio consejero de Obras Públicas, José Luis Gochicoa, se personaran en Oruña. «Lo que vemos, a priori, no parece que suponga un problema», aseguraba a pie del puente a la prensa este último, quien informó de que, a raíz de lo sucedido, se ha encargado un informe para corroborar que la estructura efectivamente sigue intacta y que, para ello, se usará un dron y varios especialistas de trabajos verticales.

De momento, aunque las primeras impresiones del titular de Obras Públicas son que el paso sigue siendo «completamente seguro», el Ayuntamiento de Piélagos mantendrá el acordonamiento de la estructura hasta que el informe revele que, con total seguridad, el puente no ha sufrido ninguna variación respecto a los últimos datos, obtenidos el pasado 6 de enero. La idea es que, entonces, se vuelva a abrir al tránsito de vehículos y peatones la estructura, como indicó el alcalde en funciones, Alfredo Rodríguez.

Fue la llamada de un vecino, que vive a escasos cincuenta metros, lo que terminó motivando su cierre temporal. «Llevaba como tres días sin pasar por aquí y me quedé pálido al darme cuenta de que ya no faltaban tres piedras como hacía días, sino nueve», dijo ayer el hombre tras ser preguntado por la prensa.

Su llamada de alerta hizo personarse a la Policía Local de Piélagos y los agentes, «que vinieron en escasos treinta minutos», no dudaron en colocar un cierre provisional como medida de precaución. Un extremo que fue confirmado por el propio consejero y que él mismo calificó como medida de «prudencia».

Ahora, el Gobierno de Cantabria apoyará su certeza absoluta en el informe que se realizará a partir de las mediciones que se obtengan de auscultar el arco -con el dron y los especialistas en altura- y que espera corroborar que, como recalcó ayer Gochicoa, es «totalmente seguro pasar por encima», «Yo lo haría sin ningún problema», dijo.

Según explicó, la razón que se esconde tras estos desprendimientos son rocas fisuradas que ya se encontraban así en el momento de la inauguración de los trabajos de emergencia. El arco, insistió Gochicoa, «sigue manteniendo su conjunto, gracias a que tenemos un sistema de bulones en sentido transversal y longitudinal». Y, por tanto, su estabilidad «está asegurada», aunque eso no impida que nuevos fragmentos de piedra puedan seguir desprendiéndose. «Es natural» -enfatizó- y «están por debajo de la línea de protección que habíamos establecido». Preguntado respecto a la fase de rehabilitación que sí solucionará estas fisuras, el consejero aseguró que este jueves se reunirá con Patrimonio como ya estaba previsto.

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